4.11.13

Ginkgo biloba


Ginkgo biloba, el Gingko o árbol de los cuarenta escudos, es un árbol único en el mundo, sin parientes vivos. El nombre de "árbol de los 40 escudos" se debe al precio que pagó un aficionado parisino a un horticultor inglés por la compra de cinco ginkgos al precio de 40 escudos cada uno.

Se emplea fundamentalmente como especie ornamental, sobre todo fuera de su territorio de origen, debido al singular aspecto de sus hojas y a su coloración otoñal amarilla. El hecho de que sea muy resistente a la contaminación urbana favorece este uso.

  • Etimología
El nombre del género procede del término chino ginkyo, que significa albaricoque de plata, y alude al aspecto blanquecino que tiene la estructura que envuelve la semilla. Los budistas consideran sagrado este árbol y en China solía plantarse habitualmente junto a los monasterios.

  • Descripción
Árbol de porte medio, copa estrecha , con ramas rectas y empinadas. Algunos individuos desarrollan más de un tronco, muy derechos y robustos. Su corteza es delgada y de color pardo o  gris claro, con finas grietas longitudinales. La copa es cónica o piramidal en ejemplares jóvenes, y se convierte en ovalada o redondeada en los demás edad. Las hojas, caducas, adquieren en otoño una tonalidad amarilla muy llamativa; son sumamente coriáceas y muy flexibles, y tienen un largo peciolo. Es característico su limbo, en forma de abanico, con nervaduras dispuestas radialmente.

  • Hábitat
Es originario de China y pueden llegar a vivir un milenio. Es una especie muy longeva; se han localizado algunos ejemplares con más de 2.500 años. Se ha usado con fines ornamentales desde hace miles de años. Puede florecer en diferentes climas del mundo; sin embargo, crece principalmente en China y Corea, en el sur y el este de Estados Unidos, el sur de Francia, en algunas ciudades de España y en ciudades de Uruguay, Argentina y Chile

El ginkgo moderno es un fósil vivo, con fósiles claramente emparentados a él que datan del Pérmico, hace 270 millones de años. Se extendieron y diversificaron por toda Laurasia durante el Jurásico  medio y el Cretáceo para comenzar a escasear a partir de entonces. Hacia el Paleoceno, el Ginkgo adiantoides era la única especie que quedaba y, al final del Pleistoceno, los fósiles de ginkgo desaparecieron de todos los registros a excepción de una pequeña zona de la China central donde ha sobrevivido la especie moderna.

  • Usos
Desde hace siglos, o quizás milenios, se ha utilizado por sus acciones terapéuticas, especialmente por la medicina tradicional china, y las hojas del árbol se usan en la herbolaria moderna. La almendra que encierra su semilla es rica en hidratos de carbono y se utiliza como alimento en China y Japón.

De las hojas del ginkgo se obtiene un extracto que posee flavonoides (ginkgoloides y heterósidos) que al ingerirse aumentan la circulación sanguínea central y periférica, y como consecuencia se hace más eficiente la irrigación de los tejidos orgánicos.

Esto beneficia a las personas en edad madura y senil, ya que sus organismos pierden capacidad para irrigar adecuadamente los tejidos (especialmente el cerebro y eso provoca la pérdida de memoria, cansancio, confusión, depresión y ansiedad). El consumo de Gingko aminora estos síntomas y además también hace más eficiente la irrigación en el corazón y las extremidades.

Otras investigaciones muestran que estos flavonoides tienen "función antiagregante", es decir, reducen la tendencia de las plaquetas a aglutinarse, reduciendo así la tendencia a la formación de coágulos en las venas y arterias y por lo tanto disminuyendo el riesgo de una trombosis. Por su función antiagregante estos flavonoides ayudan en la recuperación de accidentes cerebrovasculares y crisis cardíacas.


Además, estos flavonoides también son efectivos en neutralizar radicales libres que están implicados en el proceso del envejecimiento. De hecho tienen una función oxigenadora a nivel cerebral ya que aumentan la utilización de la glucosa y la producción del adenosín trifosfato. Estudios más recientes intentan demostrar también la eficacia del ginkgo en el tratamiento de la fibrosis pulmonar. 





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